Desde el nacimiento de la idea, Cheto lo tenía claro: “tenemos que arriesgar para romper las normas establecidas; si la carne japonesa está considerada como un referente internacional por su sabor, textura y melosidad, es lógico pensar que si la sometemos a una maduración controlada y buscamos un tipo de corte que enfatice aún más sus propiedades culinarias, el resultado debe ser excepcional”. Y así, movido siempre por la ilusión, Cheto se puso “manos a la obra”. Ese día nació Kuroge Washu.
Han pasado ya 2 años y, como sucede con todos los productos excelentes, Kuroge Washu se ha abierto paso entre un selecto grupo de amantes de la carne que han sabido comprender que la unión de un producto excepcional, paciencia, mimo, esfuerzo por innovar y mantenerse en vanguardia, y la aplicación de uno de los procesos de maduración en seco más complejos que pueden realizarse, da como resultado un producto sencillamente incomparable y único (Realmente lo es, nadie más elabora Kuroge Washu).
Y todo esto estaba genial: nuestros clientes y amigos nos han estado apoyado muchísimo con su feedback desde el lanzamiento; han apostado por probar un producto que nunca antes se había elaborado; nos han inspirado para continuar trabajando, realizando nuevos cortes, recetas y pruebas… Pero, aún con toda la retroalimentación recibida, nos quedaba una duda que siempre le ha rondado la cabeza a Cheto: ¿Habremos elaborado un producto de carne japonesa mejor que los que podrían elaborar los propios japoneses?¿Realmente hemos mejorado su receta tradicional o solo la hemos variado? Entonces decidimos hacer algo que nunca nos ha llamado la atención: competir. World Steak Challenge: allá íbamos.
La semana pasada se publicaron los ganadores: Kuroge Washu era distinguido con la medalla de plata en la categoría Wagyu a nivel mundial. Habrá quien piense: “bueno, medalla de plata, el segundo, el mejor de los peores”, y visto con esta perspectiva tan simplista como acertada puede tener razón, pero ¿qué sucedería si un japonés ganase la medalla de plata a nivel mundial en la elaboración de Tortilla de Patata, Cocido Montañés o Paella? La cosa cambia, ¿verdad?; ¿y si, además, ese japonés solo hubiera presentado 1 plato en el concurso, mientras el resto de concursantes hubiera presentado 3, 4 o 5?;¿y, si, además, estuviese en una categoría en la que compiten solo los mejores y más exclusivos productores del mundo (con todo nuestro respeto para solomillos y chuletas)? Pues eso: un éxito para nuestra pequeña y modesta empresa familiar.
Desde aquí queremos daros las gracias a todos los que nos habéis inspirado, ayudado, apoyado, motivado y también criticado, por habernos ayudado a llegar hasta aquí; por habernos impulsado para alcanzar nuevas metas. Gracias a vosotr@s, carnívoros, nuestro Kuroge Washu y nuestra Chuleta de Vaca Premium ya son una de las carnes mejor valoradas del mundo.
¡Gracias por estar siempre con nosotros!